El desborde de ríos y lagunas por las precipitaciones, la
rotura de una represa y la ola de frío que se avecina hace
temer una tragedia aún mayor en el estado de Río Grande do
Sul. El presidente Lula da Silva recorrió la zona
El Gobierno
de Brasil ha
establecido el estado
de calamidad en
345 de los 496 que conforman el estado meridional de Río
Grande do Sul debido
a las fuertes precipitaciones que han estado cayendo durante
toda la semana pasada, alcanzando niveles que no se habían
visto desde 1941.
La lista de municipios afectados incluye la capital del
estado, Porto
Alegre, donde el nivel del agua ha superado este fin de
semana los cinco metros, y urbes con gran densidad de
población como Canoas y Caxias
del Sur.
De acuerdo con Defensa Civil del estado sureño, al
menos 86 personas han muerto como consecuencia del temporal,
hay más de cien heridos y otras 134 desaparecidas, mientras
la Fuerza Aérea Brasileña ha desplegado este domingo drones
de reconocimiento para ayudar a localizar e identificar a
más víctimas.
En total, se han visto afectadas más de 844.000
personas en todo el estado, el más meridional del país,
de las cuales 134.300
han perdido sus hogares.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha
prometido que la burocracia no será obstáculo en las labores
de recuperación del estado y que se pondrá a disposición de
la región todos los recursos necesarios: “Le debemos mucho a
Río Grande del Sur y al pueblo gaucho”, ha dicho, informa el
portal G1.
Lula visitó este fin de semana la región encabezando una
comitiva formada por varios ministros de su Gobierno y los
presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, y de la Cámara de
Diputados, Artur Lira, quienes han adelantado que esta
semana el Congreso votará “medidas extraordinarias” de
auxilio financiero.
“Estamos en guerra, sé que ese es el sentimiento del
presidente Lula, no habrá limitaciones, ni restricciones
legales. Es necesario deshacerse de la burocracia, las
trabas y las limitaciones para que nada falte en la
reconstrucción de Río Grande del Sur”, dijo Pacheco.
“Es un escenario de guerra y necesitará medidas de
posguerra”, añadió el gobernador estatal, Eduardo
Leite.
El número de muertos podría aumentar de forma considerable,
dada la cifra de desaparecidos, que ha crecido
considerablemente frente a las 70 del día anterior, según la
autoridad estatal de defensa civil. También indicó que se
está investigando si otras cuatro muertes están relacionadas
con las tormentas.
Las inundaciones provocadas han afectado a más de dos
tercios de los casi 500 pueblos y ciudades del estado,
fronterizo con Uruguay
y Argentina, dejando a más de cien mil personas
desplazadas.
Las inundaciones destruyeron carreteras y puentes en varias
zonas. Las lluvias también provocaron corrimientos de
tierras y el derrumbamiento parcial de una presa en una
pequeña central hidroeléctrica.
Más de 400.000
personas estaban sin electricidad el domingo por la noche, mientras
que casi un
tercio de la población del estado carecía de agua potable, según
las autoridades.
En Porto
Alegre, la capital del estado, el lago Guaiba se
desbordó, alcanzando el nivel de agua más alto registrado,
según el servicio geológico nacional. El aeropuerto
internacional ha suspendido todos sus vuelos desde el
viernes.
En la ciudad de Canoas, cerca de Porto Alegre, Julio
Manichesque, de 76 años, fue rescatado por voluntarios tras
permanecer desde el viernes en el tejado de la casa donde
vive desde hace 52 años. “Nunca había visto tanta agua”,
afirmó.
Muchos voluntarios también han arriesgado su propia
seguridad durante las labores de rescate, utilizando
pequeñas embarcaciones, motos acuáticas y kayaks.
Fabiano
Saldanha, de 30 años, dijo que él y tres amigos rescataron
a unas 50 personas con motos acuáticas desde el viernes
en islas que forman parte de Porto Alegre. “Lo
único que oímos cuando entramos en una calle es ‘ayuda’,
‘ayuda’”, señaló.
Durante su discurso semanal en la Plaza de San Pedro de la
Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco dijo el domingo que
está orando por la gente del estado. “Que el Señor reciba a
los muertos, consuele a sus familias y a todos aquellos que
tuvieron que abandonar sus hogares”, afirmó.
Con
información de Europa Press y Reuters
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