La canciller Diana
Mondino se
refirió este jueves a la base
china en
la Argentina. Lo hizo al ser consultada por la presencia de
militares del gigante asiático. Mondino respondió con total
brutalidad: dijo que no se pudo identificar si participan
civiles o militares porque "son
todos chinos, son todos iguales".
La cuestión hace al realineamiento
argentino con los Estados Unidos. Javier
Milei quiere emular las relaciones carnales que mantuvo
Carlos Menem en los años 90. Es por eso mismo que, desde
hace semanas, el Gobierno nacional amaña todo lo referido a
la base científica que
nuestro país comparte con China en Neuquén, al punto de mandar
una delegación a investigar si se hay algo oculto, pese
a que el gigante asiático comparte todos los resultados de
las investigaciones con los organismos nacionales.
En ese contexto, Mondino
aseguró este jueves que "los chinos son todos iguales",
al señalar que no habían identificado a personal militar en
la base espacial de ese país en Neuquén. "Los
que fueron de investigación no identificaron que hubiera
personal militar. Son chinos, son todos iguales", indicó
la ministra de Relaciones Exteriores en declaraciones a Clarín.
La frase surgió ante una pregunta sobre si se había
identificado personal militar en la base ubicada en la
Patagonia argentina, en la que puso especial atención el
gobierno de los Estados Unidos y fue
tema de conversación con la generala del Comando Sur, Laura
Richardson, a principios de abril.
"Ya se han hecho inspecciones en la Estación Espacial China
y la Europea. Fue el mismo equipo a ambas y en la misma
semana, esos equipos no percibieron nada raro", explicó
Mondino.
Pato criollo
No es la primera vez que Mondino no logra ocultar su
brutalidad. Semanas atrás, sentada en la mesa de Mirtha
Legrand, la Canciller contó —con una sonrisa de dientes
perfectos— por qué para ella es absurdo que los jubilados
tengan acceso a un crédito: “Por
definición todos algún día nos vamos a morir y si sos un
jubilado de determinada edad casi seguro que te vas a
morir”. Su argumento corrobora el ABC del
gobierno libertario de monetizar la vida al máximo y que eso
sea por definición el criterio de lo que sirve y lo que no,
según cómo se venda o cómo se pueda pagar.
Pero se acumulan los casos. Por ejemplo cuando fogoneó a los
trolls para que tengan más comentarios una respuesta que el
tuit original de Andrés Manuel López Obrador. Ocurrió cuando
el presidente mexicano denominó ignorante a Milei y una de
las cuentas de las que suele tener interacción con el
mandatario argentino (@usdtermo) desafió a que una foto de
Milei iba a tener "más me gusta". En vez de apaciguar las
aguas, esto publicó Mondino.
Y en el repaso también se pueden citar la vez que dejó un
manto de sospecha —sin ninguna prueba— de
supuestos "infiltrados" que iban a desestabilizar al
presidente Javier Milei en su discurso de apertura en el
Congreso o la vez que ni siquiera
se puso colorada al apuntar contra Natalia
Zaracho porque la diputada y cartonera —que nació en un
contexto de vulnerabilidad social— no terminó el secundario.
Malvinas
La cuestión Malvinas merece un párrafo aparte. Suelta de
lengua, Mondino dijo que las quejas formales del país contra
Inglaterra son, apenas, "cartitas",
y que si se tiene que enfrentar con su par inglés en lo
relativo a Malvinas, lo mejor es hacerlo con sus "chicanas
tuiteras".
Lo hizo en una entrevista televisiva ante la consulta de una
periodista sobre las acciones de la Cancillería ante el
viaje de David
Cameron —ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido—
a las Malvinas, la Canciller dijo que "no
había muchas opciones" porque "no pasan por territorio
argentino para ir". "¿Qué le vamos a hacer, con un misil
bajar el avión?", comentó, con acento e intento de humor
cordobés.
Cuando la repregunta estuvo orientada a por qué no hubo una
queja formal del Estado nacional, Mondino adelantó su
reflexión. "A un inglés reírse con el idioma inglés, le
duele mucho más que una de las tantas cartitas que Argentina
continuamente ha enviado", opinó y consideró que su chicana
—había posteado, en Twitter, que le agradecía a Cameron su
visita a la Argentina—, "le duele mucho más que otra cartita
más".
Hasta ahora se desconoce si alguno de los asesores con los
que cuenta la Ministra le soplaron al oído que ni el primer
ministro de Inglaterra ni siquiera su canciller la siguen en
la red favorita de los ultraderechistas. Es decir, quizás ni
acusaron recibo de la "chicana".
Antes de París, Pekín
Las últimas declaraciones de Mondino llegaron desde París,
donde participa de un encuentro de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Pero la
canciller no llegó a Francia desde Buenos Aires sino,
justamente, había pasado semanas en la capital china donde
se se
reunió con el canciller Wang Yi.
El motivo de la gira giraba en torno a recomponer las
relaciones tras las provocaciones del Gobierno nacional, que
iban desde las acusaciones del presidente (augurando que no
iba a mantener relaciones con "comunistas) y de las fotos de
la propia canciller con diplomáticos de Taiwán, un tópico
sensible para la geopolítica del gigante asiático. Pero,
sobre todo, estuvo marcado por la necesidad de que el
Gobierno chino renegocie el pago del swap para no generar un
sismo en las reservas monetarias argentinas.
La pelota ahora quedó en Pekin. Habrá que ver si toman estas
últimas declaraciones como un mero comentario al paso o si
resuelven tomar medidas drásticas, por ejemplo, revisar el
historial de créditos y exigirle al país el pago efectivo e
inmediato de los mismos: se podrían amparar que, para ellos,
las deudas "son todas iguales".
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