El transitar por la ciudad
de Clorinda es una tarea complicada, tanto sea como peatón,
motociclista o automovilista, pero más problemático lo es
para el transeúnte. Con tener una
mirada amplia de como se desempeña la sociedad clorindense
podemos observar, en relación a la circulación, en
cualquiera de sus formas, que (como se ve en la imagen)
automovilistas y motociclistas no tienen empatía con el
transeúnte.
La vereda pareciera pertenecerle a quienes
poseen una movilidad y no al transeúnte, obstruir el paso,
ya sea con auto o moto, tanto enfrente de algún comercio,
depósito o entidad en frecuente así como también están lo
que no respetan las rampa para discapacitados y las
obstruyen con sus móviles.
Obviamente quienes seguramente sufren más
las consecuencias del desorden y falta de empatía en las
calles de Clorinda la sufren los discapacitados, no
videntes, inválidos con veredas intransitables y con las
cuestiones descriptas.
Obviamente que quien debe bregar por que
esto no acontezca es el municipio de la ciudad a través
tanto de su Dirección de tránsito como así también a través
de campañas de concientización de las conductas urbanas.
Estamos lejos de ser una comunidad
organizada, estamos en medio del desorden generalizado en la
ciudad de Clorinda que se trata de ocultar a través de los
techos de luces. |