Buenos Aires, abr. 13.- El Senado aprobó hoy
una serie de leyes, proyectos de interés popular y acuerdos,
que habían quedado pendientes tras la frustrada sesión de
hace quince días,
como la ley de alcohol cero para la conducción de vehículos,
la exención del pago del impuesto a las ganancias para el
personal de salud por la realización de guardias o el
fortalecimiento de la Justicia Penal Federal de la provincia
de Santa Fe, entre otros asuntos.
También, tuvieron sanción definitiva la llamada ley Lucio,
el
proyecto venido en revisión, impulsado tras el caso de Lucio
Dupuy por el que se crea el Plan Federal de Capacitación
sobre Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
También el reconocimiento oficial de la lengua señas, el
Plan Nacional para Niños con Cardiopatías Congénitas, así
como la norma que elimina el trámite de sobrevida para los
jubilados, pensionados y titulares de pensiones no
contributivas; la simplificación del trámite del certificado
único de discapacidad, y la creación del Programa Nacional
de Formación de Enfermería en el ámbito del Ministerio de
Educación de la Nación.
Además, se aprobaron cinco acuerdos para
la designación de tres jueces federales en la provincia de
Santa Fe y dos para la provincia de Córdoba.
El jefe del interbloque de senadores y
senadoras nacionales del Frente de Todos, José Mayans, se
encargó de cerrar el debate de la sesión. Se refirió al
proyecto de ampliación de la Justicia Federal Penal de Santa
Fe y en primer lugar cruzó los argumentos falaces de la
oposición sobre el proyecto impulsado por el oficialismo
para fortalecer la Justicia Federal para todas la provincias
del país, que perdió estado parlamentario en la Cámara de
Diputados.
“Nosotros habíamos tratado el fortalecimiento
de la justicia con un criterio claramente federal y acá
estamos aprobando más de 50 cargos sólo para una sola
provincia, para la provincia de Santa Fe, que por supuesto
lo necesita por la crisis que atraviesa”, indicó el
formoseño.
Sin embargo, aclaró que la oposición, en su
momento, no acompañó el proyecto, que surgió del aporte de
lo que fue Justicia 2020, con el argumento de era costoso,
porque creaba 900 cargos en la justicia para todo el país.
Pero ahora la iniciativa que favorece a Santa Fe fue sacada
del capítulo santafesino del proyecto que feneció en
Diputados, y ahora la oposición sí votó.
“El tema del narcotráfico es altamente
complejo”, alertó el senador peronista, al recordar la
iniciativa frustrada, e insistió en la necesidad de tener
una “visión federal”, para atender ese asunto, así como los
problemas basales que tiene la justicia en el país.
Recordó, en ese sentido, el Lawfare que tuvo
y tiene como principal objetivo a la Vicepresidenta,
Cristina Fernández de Kirchner; los mecanismos de
persecución contra políticos, sindicalistas y empresarios
organizados por la mesa judicial macrista a nivel nacional,
y que tuvo su correlato en la provincia de Buenos Aires
durante la administración Vidal, con un ministro que soñaba
con tener una Gestapo para perseguir sindicalistas; y el
escándalo de Lago Escondido, que demostró el contubernio
entre jueces, fiscales, un funcionario porteño, empresarios
mediáticos, y hasta un publicista y un ex agente de la SIDE.
Alertó la necesidad de resolver los problemas
que tiene la justicia, como por ejemplo con un presidente de
la Corte Suprema de Justicia que se cree “emperador” y que
conminó al Congreso en sancionar, en plazo determinado bajo
la amenaza de poner en vigencia una ley ya derogada.
Situación que después cumplió, en relación al Consejo de la
Magistratura, al que Mayans calificó de ser “nulo de nulidad
absoluta”.
También, se refirió a otras cuestiones que se
vivieron en la Corte Suprema, como el cuestionado manejo de
la obra social, o las negociaciones que se hicieron para
obtener el fallo del dos por uno a favor de un genocida por
delitos de lesa humanidad. Son algunas de las causas por las
que se tramita el juicio político a los cuatro miembros de
la Corte en la Cámara Baja. Panorama que preocupa al senador
por Formosa.
“Me alegra que ahora vengan los senadores
opositores por Santa Fe a tratar este tema, parece que ahora
comienza la lucha contra el narcotráfico”, disparó Mayans.
Pero advirtió: “¿Creen que va resolver el problema del
narcotráfico con 50 jueces en Rosario?”. Y recordó que años
atrás “le balearon la casa al entonces gobernador de Santa
Fe, de signo socialista. Es un problema que viene desde hace
tiempo”.
También, les enrostró que la oposición había
dicho que “hasta que no levantara el juicio a la Corte, no
iban a trabajar más, y luego preguntan porqué no se trataron
los proyectos”.
La vicepresidenta del interbloque del Frente
de Todos, Anabel Fernández Sagasti, por su parte, se ocupó
de cerrar el debate por la ley de alcohol cero. Señaló que
se trató de “un proyecto con un altisimo nivel de consenso,
que ha atravesado a todos los partidos políticos” y destacó
esa particularidad sobre todo por estar en un país donde
“parece que no podemos ponernos de acuerdo respecto a
cuestiones importantes para el desarrollo”.
Insistió en que, sin embargo, se lograron
los acuerdos en ambas Cámaras del Congreso, pese algunas
excepciones. En ese sentido, señaló que quienes intentaron
“construir falsas antinomias en temas como este, han
fracasado en el intento”.
“Soy respetuosa de las opiniones de todos
los senadores y de las senadoras, pero no puedo aceptar que
algunos digan que esta es una ley demagógica, cuando han
construido toda su carrera política desde la demagogia
punitiva”, apuntó la senadora peronista y amplió: “Lamento
que algunos no comprendan cabalmente la profundidad de lo
que hoy estamos hablando aquí”.
Explicó que la norma es “fruto de una
enseñanza, de una larga lucha, de un largo camino, de muchas
organizaciones y de entidades intermedias” a lo largo del
país y que tuvieron “la generosidad, como familiares de
víctimas, de haber transformado su sufrimiento en lucha”. “A
pesar del dolor, quieren construir un lugar más seguro para
quienes estamos en este plano de la tierra”, amplió la
mendocina.
Advirtió que nadie, entre quienes
respaldaron la iniciativa o la rechazaron, pensó que la
normativa solucionará el problema de muertes por accidentes
viales por consumo de alcohol, pero sí aclaró que la
intención fue dar un claro y sencillo mensaje: “No manejes,
si consumiste alcohol. Si bebiste, no conduzcas”. “Con esta
ley queremos marcar un norte para un cambio cultural”,
aclaró, más adelante en su intervención.
Al contestar algunos argumentos en
contrario a la ley, detalló que en los países donde ya
existe la normativa, “no hay un solo indicador de que la ley
de alcohol cero influya en la baja en el consumo del vino” y
añadió: “No creo que las bodegas y los productores de
Mendoza necesiten conductores alcoholizados al volante, lo
que necesitan son reglas claras y la presencia del Estado”.
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