Buenos Aires, marzo 1.- El presidente del interbloque de
senadores y senadoras nacionales del Frente de Todos, José
Mayans, como ocurrió en los últimos cuatro años, fue hoy el
único legislador en hacer uso de la palabra en la Asamblea
Legislativa, en la que el presidente Alberto Fernández
inauguró el 141 período de sesiones ordinarias del Congreso
Nacional.
En ese marco, Mayans señaló que el desafío para la
democracia argentina es concretar los famosos apotegmas
peronistas de que para “un argentino no debe haber mejor
cosa que otro argentino” y construir “para todo el pueblo
argentino una patria libre, justa y soberana”.
Antes, había destacado que la Asamblea estuviera
encabezada por primera vez en la historia por tres mujeres:
la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de
Kirchner; la presidenta Provisional del Senado, Claudia
Ledesma Abdala de Zamora; y la presidenta de la Cámara de
Diputados de la Nación, Cecilia Moreau. “Es una alegría ver
a tres mujeres presidiendo la Asamblea Legislativa”, remarcó
el senador peronista.
Tras recordar que en 2023 se cumplen “cuarenta años
ininterrumpidos de la democracia argentina”, sostuvo: “Todos
sabemos y no debemos olvidar que lo primero que desaparece,
cuando vienen los golpes de Estado y las dictaduras, es el
Parlamento, primero para ejercer un gobierno de fuerza y de
extrema violencia y, aparte de ello, para acallar las voces
de los representantes de pueblo y de las provincias”.
Recordó que la Argentina en su Constitución ha adoptado
“para su gobierno el sistema representativo, republicano y
federal”, y aseveró que “estamos acá (en el Congreso) para
hacer leyes que hagan más feliz a nuestro y más grande a
nuestra Nación”.
Mayans fue el encargado de plantear la moción de orden
para que la vicepresidenta Fernández de Kirchner conformara
las respectivas comisiones de recepción del presidente de la
Nación, de acuerdo con las propuestas de los bloques
parlamentarios.
Luego, en declaraciones a la prensa, el formoseño
reseñó que el oficialismo trabaja para lograr “un estado de
derecho pleno” en el país a los fines de garantizar el
respeto de “los derechos humanos y las libertades
fundamentales”. “El Estado tiene que actuar en función de
asegurar el derecho a la vida, a la educación, a la salud,
al trabajo, a una vivienda digna”, agregó y apuntó que “las
políticas públicas deben ir en ese sentido”.
Y apuntó que “este gobierno recibió una situación
altamente difícil, un país en default en pesos” y con una
deuda externa “de cien mil millones de dólares, que
representó casi el 90 por ciento del PBI argentino. Esto
dificulta obviamente las políticas públicas. La deuda se
lleva una parte grande del esfuerzo argentino”, completó.
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