Se trata de un joven de 23 años de sexo masculino con
antecedentes de viaje a la ciudad de Asunción- Paraguay. En
referencia a él, llevó tranquilidad a la comunidad al
esbozar que “su estado general es muy bueno, no tuvo ninguna
complicación y solo presentó un cuadro típico de aparición
de síntomas”.
Agregó
a esta información que sus contactos “hasta el momento no
presentan síntomas, han dado negativo a la prueba y están en
buen estado de salud”, ante lo expuesto afirmó: “Aparte de
este, no tenemos ningún otro caso”.
Además, declaró que el paciente “empezó con fiebre, luego
con un poco de dolor de garganta” y aclaró que estos no se
dieron en forma simultánea sino con unos días de
diferencia”.
“Casi seis días después empezó con las erupciones en la
piel, que son como ampollas o vesículas muy parecidas a las
que se presentan en el cuadro de varicela y, es uno de los
diagnósticos diferenciales que el doctor tiene que hacer
para descartar o confirmar que no sea varicela o viruela del
mono”, añadió.
Continuó explicando que, a las personas que asisten a un
centro de salud con un cuadro febril, “se les inicia un
proceso de vigilancia con un algoritmo a seguir”. Este
consiste en buscar un diagnóstico que depende de la
situación epidemiológica del momento, indicando que
actualmente lo primero que se busca es “dengue o chikungunya”.
“Cuando se descartan las otras patologías y empiezan las
apariciones de las ampollas, ahí la persona se transforma en
un caso sospechoso de viruela de mono, por lo tanto se la
aísla y el servicio de la búsqueda, inicia el rastreo de sus
contactos de las últimas dos semanas”, detalló.
Aquí, explicó cómo se procede con ellos, señalando que “se
los pone bajo vigilancia, es decir con un seguimiento
clínico y epidemiológico durante 21 días, que es el período
de incubación de la enfermedad”.
Como dato relevante aclaró que “la aparición de síntomas
tiene un mínimo de cinco y un máximo de 21 días desde el
contacto”.
Además, informó que “no es necesario aislar a los contactos,
recién lo sería si presentan algún síntoma compatible con
esta viruela”.
Síntomas y recuperación
Respecto de los síntomas que en general presentan los
pacientes, nombró que son: “cuadro febril, cansancio y dolor
de garganta, muscular y de cabeza”. Además, agregó que
“generalmente a los cuatro o cinco días del primer síntomas
empieza la aparición de las ampollas o vesículas”.
En referencia a ellas, afirmó que “tienen gran cantidad de
virus” y aclaró que mientras las personas “tengan la lesión
e inclusive las costras en el cuerpo sigue siendo
contagioso”.
“Una vez que ya no presenten síntomas y que hayan caído
todas las cascaritas recién reciben el alta”, declaró
“La recuperación del paciente se da en un máximo de 21 días,
pero eso depende de la evolución de cada uno”, sostuvo
Rodríguez y realzó que “en general todos tienen una buena
evolución”.
Por último, habló de la forma de transmisión, informando que
existen dos maneras: “Por las vías respiratorias y el
contacto directo con las ampollas”.
“Se transmite a través del contacto con estas lesiones
(ampollas), por ejemplo la persona con la lesión puede dejar
el virus en la toalla o en la sábana y si otra tiene
contacto rápido con ellas puede contagiarse debido a que
contienen gran cantidad de virus”.
“Aquí, aclaró que el virus vuela y no vive mucho tiempo en
el ambiente”.
En cuanto al contagio por vía respiratoria, explicó que
“tiene que haber un contacto de menos de un metro, sin
barbijo, en un ambiente cerrado por más de 15 minutos”.
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