Además, pidió replantear el funcionamiento
jurisdiccional de la Ciudad y el rol del Gobierno
federal ante ella.
Con motivo de la reunión, fueron suspendidas las
reuniones de comisiones del Senado previstas para las 17
y las 18, de Educación y Cultura y un plenario de
Legislación General y de Educación y Cultura,
respectivamente.
Los primeros en arribar fueron los diputados Paula
Penacca, seguida por Eduardo
Valdés, José Luis Gioja, Victoria Tolosa Paz. Luego
ingresaron Germán
Martínez, jefe del bloque de Diputados, y Cecilia
Moreau, presidenta de la Cámara Baja. Por el
Senado estaban también casi todos los miembros de la
bancada oficial, entre ellos, el titular del interbloque, José
Mayans; Juliana Di Tullio, Oscar Parrilli.
A las 17.25 ingresó al salón la vicepresidenta quien fue
recibida por un fuerte aplauso de los legisladores
quienes le manifestaron su apoyo frente a su situación
judicial y al operativo de seguridad en su domicilio.
El mensaje de Cristina
En el inicio de su exposición, Cristina Fernández de
Kirchner se refirió a los hechos sucedidos el fin de
semana, trazando de entrada una comparación con
diciembre de 2001.
“La verdad que la escuchaba a Cecilia (Moreau)
cuando empezó que miraba esa movilización, contaba que
estaba ella en la plaza Vicente López, a metros de casa.
Y le recordaban otras movilizaciones como fue la del
2001. No era el mismo talante, porque esta era una
movilización de gente alegre fundamentalmente. Alegre y
que fue atrás de un objetivo”, comparó Cristina Kirchner,
y agregó: Y yo me acuerdo del 2001, yo era senadora
junto con José
(Mayans), junto con José
Luis (Gioja);
sé que vos Leopoldo
(Moreau) eras diputado, pero nosotros éramos
los opositores. Y realmente cuando uno ve a los
protagonistas de lo que pasó el pasado sábado, ve que se
encuentra con los mismos o casi los mismos protagonistas
de lo que pasó en el 2001”.
Cristina sostuvo que “lo que vimos el sábado y
posteriormente todo el fin de semana. Ese ejercicio, esa
disputa de creer que la autoridad es apretar, de
aprietes, de locura, de la falsa autoridad como le digo
yo. Fue la misma que lo llevó a un presidente en el 2001
a firmar un decreto de estado de sitio. Yo era, reitero,
senadora, Alfonsín,
el presidente Alfonsín era senador. Casualmente un grupo
que tenía nombre de una comida, el sushi. ¿Se acuerdan?
Yo por lo menos me acuerdo porque lo integraban los
hijos del Presidente, una ministra que ahora es la
Presidenta del Pro. Se acuerdan… Bueno, fue el que lo
impulsó a firmar ese decreto de necesidad y urgencia a (Fernando) De
la Rúa para que diera muestra de autoridad y no
quedara como un pusilánime. Ese decreto de estado de
sitio y todo lo que se desencadenó después: 39 muertos a
lo largo y ancho del país entre el 19 y el 20 de
diciembre. Fue lo que ocupó mi cabeza todo ese día
sábado cuando veía las escenas y cuando,
incomprensiblemente, comenzó a desatarse la represión”.
A continuación contó que la noche del sábado lo vio a su
hijo Máximo “colorado”,
pero no le contó nada de lo que había sucedido con la
policía. “Seguramente si me hubiera contado porque… más
allá del rol institucional o político que una tiene,
tiene también el rol de madre, soy madre. La verdad que
hubiera dicho alguna cosa más seguramente, pero yo no
había visto esto”, comentó.
“Lo vi recién el domingo por la mañana todo lo que había
sucedido con él. El es muy hermético, lo conocen ustedes
compañeros y compañeras de bloque. No habla ni una
palabra de más ni una de menos. Y cuando yo le pregunté:
¿pero por qué no me dijiste lo que había pasado al otro
día? ‘Primero para que no digas… y segundo porque lo que
me pasó a mí le había pasado a un montón de gente y el
hecho de que yo fuera tu hijo no me colocaba en un lugar
de privilegio para quejarse. Lo que me pasó a mí le pasó
a compañeros, a compañeras, a gente que ni siquiera es
militante. A gente que fue suelta’”, dijo que le contó
su hijo.
Luego cargó contra la oposición, a la que atribuyó el
deseo de querer dirimir posicionamientos internos en
base a estas cuestiones. Comentó que había escuchado a
alguien decir que “no importa los costos que pueda tener
el ejercicio de la seguridad”, y dijo que “es
precisamente la misma persona que integraba el grupo que
le hizo firmar al presidente De la Rúa el decreto de
estado de sitio que terminó con 40 muertos y un gobierno
inconcluso”.
“No es que me ponga nerviosa ni es que me ponga miedosa.
Simplemente me da un ejercicio de responsabilidad muy
grande porque no tenemos gente racional frente a
nosotros. Uno puede estar en las antípodas de
pensamiento, de la concepción de gobierno, de la
ideología, de todo. Lo que no puede, por lo menos a mí
me cuesta mucho, es admitir tal grado de irracionalidad
y de irresponsabilidad en el ejercicio del gobierno y
fundamentalmente de la militancia política”, comentó
ante un colmado Salón Azul.
A continuación acentuó su carga contra la administración
porteña al señalar que “tenemos que también repensar un
poco el tema de esta bendita Ciudad de Buenos Aires, que
es la capital de todos los argentinos y que, de repente,
una policía política se ha apoderado de la seguridad de
las calles. Esto debe ser replanteado”.
“Primero, porque la Constitución no habla de autonomía,
habla de que se dicte un estatuto y además porque creo
que esta ciudad es la ciudad de todos los argentinos
-agregó-. Por esta Capital hubo guerras civiles durante
todo el siglo 19 así que creo que deberíamos
replantearnos también el funcionamiento jurisdiccional
de cómo se debe ejercer la jurisdicción y cuál es el rol
del gobierno federal también en una ciudad como esta”.
Luego volvió a hablar de su causa judicial y cargó
contra la última parte del alegato del fiscal Diego
Luciani. “El guión del fiscal, del mal guión,
porque es un mal guión por otra parte. Mal guión porque
hay guiones que son buenos guiones que pueden merecer un
Oscar. Pero un mal guión cuando dice que todos los actos
de los poderes del Estado, todos, son absolutamente
revisables y que son los jueces los que tienen la última
palabra sobre los actos”.
“A ver: yo quiero seguir viviendo en un sistema
republicano, representativo y federal y en una
democracia, esencialmente ¿no? Donde el Gobierno lo
elige el pueblo en elecciones libres, democráticas y sin
proscripciones cada cuatro años. Me parece que es clave
salir del derecho penal para ir al derecho
constitucional, de cómo está organizado el país y cuál
es su poder”, expresó.
Para Cristina, “esto es una llamada de atención, más
allá de que yo sea la circunstancial destinataria de la
diatriba. Me parece que es una discusión un poco más
profunda que tenemos que desarrollar como
representantes, ustedes, de un poder del Estado como es
el Poder Legislativo”.
A continuación se ocupó de ponderar los 12 años de
gobiernos kirchneristas y los comparó con los 12 años
que le pidieron de condena. “Nuestro gobierno de
memoria, de verdad de justicia, de Fondo Monetario, de
AFJP, de Repsol-YPF, de la AUH, del salario, de las
jubilaciones, del Conectar Igualdad, de las PASO, del
satélite. En fin, los 12 años más felices de las últimas
décadas para todo el pueblo argentino”, dijo.
En otro pasaje, y tras cuestionar el endeudamiento,
hablar de Rafael
Correa y Lula,
y decir que en un gobierno macrista “un espía no se le
niega a nadie”, volvió a cargar contra la oposición al
señalar que “compiten a ver quién presenta el proyecto
más duro… Estaba leyendo que querían Código Penal para
un trabajador que cruce una fábrica, aunque no le hayan
pagado los sueldos, aunque le deban todo el trabajador
no puede hacer nada. No solamente no puede hacer nada,
sino que si hace algo lo quieren meter preso. Este
competir para ver quién es más duro con los
trabajadores, quién es más duro… A mí me suena, por lo
pronto, medio patológico también, ¿no?, medio patología
psiquiátrica. Yo no entiendo a dónde van. Pero además no
entiendo lo que quieren hacer en el marco de nuestra
propia experiencia histórica. A ver, ¿más dureza que la
que tuvo la dictadura militar en el 76?”.
“Cuando todos nos ponemos contentos porque tenemos
alimentos, energía y litio, no nos pongamos contentos
solamente, pongámonos atentos además, porque se lo van a
querer llevar sin darnos nada –alertó-. Esto es lo que
hay que mirar. Vienen por esto, porque hoy estamos
contentos con Vaca Muerta, pero Vaca Muerta hubo que
recuperarla, porque si no, no sería Vaca Muerta, sería
Vaca Viva y no sería de los argentinos y sería de otros
señores”. |