Tras un debate de más 10 horas, marcado por algunos
momentos picantes, el oficialismo consiguió durante
la última sesión del año en la Cámara de Diputados la
sanción de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria ,
impulsada por el Gobierno nacional. La norma cosechó
132 votos a favor, 119 en contra y ninguna
abstención.
Para la aprobación de la iniciativa, el
Frente de Todos logró el apoyo de distintos bloques
provinciales. Uno de ellos fue la
bancada de Córdoba Federal, que responde al
gobernador Juan Schiaretti , con cuatro
legisladores. Por el Interbloque Federal también
acompañaron su titular, Eduardo “Bali” Bucca, y
Andrés Zottos, ambos del bloque Justicialista.
El oficialismo contó, también, con el respaldo de los
seis miembros del interbloque Unidad Federal para el
Desarrollo , comandado por el mendocino José
Luis Ramón; de los dos
diputados de Acción Federal , y de la
neuquina Alma Sapag.
Una vez más, el Interbloque Federal se dividió a la
hora de la votación, ya que lo hicieron
negativamente los tres diputados de Consenso Federal
-Alejandro “Topo” Rodríguez, Jorge Sarghini y
Graciela Camaño-; y los santafesinos Luis Contigiani
y Enrique Estévez, cada uno con su propio
monobloque. Los únicos a favor fueron, como se
mencionó, los cordobeses, Bucca y Zottos.
Con un enfático reclamo por la ausencia de una
cláusula de garantía sobre la inflación, y haciendo
referencia a palabras como “ajuste” y “robo”,
rechazaron rotundamente la ley los diputados del
interbloque Juntos por el Cambio y los dos
legisladores de la izquierda -Nicolás Del Caño y
Juan Carlos Giordano-. Otro voto en contra fue el de
la tucumana Beatriz Ávila.
Durante el debate hubo varios reclamos de diputados
por el tratamiento de la ley en paralelo con la
discusión del proyecto de legalización del aborto en
el Senado, situación que algunos definieron como
“cortina de humo”.
A pocos días de haber asumido Alberto Fernández hace
un año atrás, mediante la Ley de Solidaridad Social
y Reactivación Productiva, se suspendió la fórmula
de movilidad implementada desde diciembre de 2017,
cuando fue votada con incidentes en las calles bajo
la gestión de Mauricio Macri.
A lo largo del 2020, los haberes de jubilados y
beneficiarios de distintas asignaciones sociales se
actualizaron mediante decretos del Poder Ejecutivo,
y en la recta final del año se envió al Congreso el
proyecto de la nueva fórmula, previo trabajo de una
comisión mixta especial, que contó todo el año con
la participación de especialistas, pero la oposición
denunció que no hubo consenso a la hora del dictamen
final.
La nueva fórmula de movilidad es similar a la
aplicada durante los años 2008 a 2017 -durante las
dos presidencias de Cristina Fernández de Kirchner y
el comienzo del gobierno de Cambiemos-, al combinar
en un
50% la recaudación de la ANSeS y en otro 50% la
variación salarial, surgida ésta última de la más
alta entre las medidas por el INDEC y por el
Ministerio de Trabajo (índice RIPTE).
A partir de la nueva norma, y mediante una
modificación que se introdujo durante el debate en
el Senado, las
actualizaciones en los haberes no serán semestrales
sino trimestrales , con lo cual habrá cuatro
incrementos por año. Otro punto es que el
aumento del 5% otorgado en diciembre -por decreto-
no será a cuenta del que se otorgará en marzo de
2021.
Debate con reproches cruzados
El arranque del debate estuvo a cargo del
entrerriano Marcelo
Casaretto (FdT) , titular de la Comisión de
Previsión y Seguridad Social, quien sostuvo que “el
objetivo de este Gobierno es que crezcan la
Argentina y los beneficios del crecimiento lleguen a
los trabajadores y los jubilados. Por eso vinculamos
dos variables esenciales: salarios de trabajadores
en actividad y la mejora en la recaudación”.
El miembro informante del oficialismo comparó las
dos fórmulas que tuvieron vigencia en las últimas
dos décadas: “La de 2008, que les permitió a los
jubilados mantener el poder adquisitivo y mejorar un
26% el poder adquisitivo; y la de 2017, que hizo que
dos años después los jubilados perdieran un 19%
frente al poder adquisitivo, si lo medimos en
términos de inflación”. “Esta
es una muy buena ley para los jubilados y los
argentinos, y el tiempo nos dará la razón” ,
defendió
Luego le siguió el presidente de la Comisión de
Presupuesto y Hacienda, Carlos
Heller (FdT) , quien reforzó que “tenemos
una fórmula que se compone de dos partes: salarios e
impuestos. Ambos indefectiblemente tendrán que
aumentar porque las políticas públicas llevarán a
eso. ¿Alguien imagina paritarias por debajo de la
inflación? Las paritarias se van a cerrar todas por
arriba de la inflación”.
“El piso de esta nueva fórmula está en la garantía
de las políticas públicas, en que los salarios se
van a incrementar, que la recaudación va a subir y
eso va a dar una fórmula virtuosa” , aseguró
el porteño.
De la vereda opuesta, el puntano Alejandro
Cacace (UCR) afirmó que “el concepto” de la
nueva fórmula de movilidad “es el ajuste” y “el
único motivo por el cual se impulsa este proyecto es
ahorrar recursos”. Con críticas hacia el
presidente por sus promesas de campaña sobre los
jubilados, el radical señaló que la suspensión de la
fórmula de 2017 “resultó en una pérdida para todos
los jubilados”.
“Bajo la ley de movilidad suspendida, todos los
jubilados debieran haber recibido en este 2020 un
aumento del 42% en sus haberes”, resaltó. Sin
embargo, el legislador agregó que “ningún jubilado
recibió lo que le correspondía por ley”, sino que el
incremento fue de “un 35% para la mínima, y hasta un
24% para aquellos que cobran el haber máximo del
régimen general”.
En el mismo sentido, la porteña Paula
Oliveto (CC-ARI) enfatizó: “Llámenlo como
quieran, en mi barrio esto se llama ajuste”. “Me
resisto como clase dirigente, como clase política, a
argumentar quién jorobó más a los jubilados, si
ustedes u otros; a
los jubilados hace años los viene jorobando la clase
política y esto nos tiene que interpelar a todos.
¿Qué tienen para festejar esta tarde? “,
reflexionó.
Además, la opositora cuestionó argumentos del
oficialismo al preguntarse “¿qué dicen que los
jubilados están mejor? El 60% gana 19 mil pesos, una
pieza en un barrio popular no baja de 15 mil, un
kilo de carne no baja de 500 pesos, ¿qué dicen que
están bien? ¿En qué país viven?”.