Una doble sensación dejó en el Frente Amplio la
presentación de Luis Lacalle Pou ante la Asamblea
General. En el Parlamento «intentó evitar la
confrontación», pero en el escrito que envió «va al
choque», señalaron dirigentes a LA REPÚBLICA.
La oposición hizo su balance de la actuación del
gobierno en su primer año de mandato, y criticó la
«soberbia» del Ejecutivo que «eligió gobernar en
soledad, sin diálogo con la oposición, ni
contemplando propuestas de sus socios». «La crisis
ha sido mal evaluada del gobierno, (…) las políticas
llevadas a cabo conducen a la caída de jubilaciones,
la pérdida de puestos de trabajo, cerraron 10.000
micro y medianas empresas y la pobreza aumentó en
100.000 personas. ¿Estaba bueno cambiar?», cuestionó
el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda.
Entre los puntos del balance realizado por el FA,
apuntan a cómo el gobierno hizo un manejo del país
«sin dialogo» con la oposición. Se «optó por ignorar
a la oposición y, con ello, a la mitad del país que
esta fuerza política representa. Despreció la mano
tendida y desestimó toda instancia de diálogo
democrático. Por el contrario, eligió el camino de
la confrontación y eludió el debate amplio en
instancias parlamentarias. Con el agravante de
hacerlo en tiempos de pandemia, cuando es clave la
unidad nacional», señala el documento aprobado por
la fuerza política.
Miranda dijo en esa línea, en la presentación que
realizó el Frente Amplio y en la que estuvo LA
REPÚBLICA, que el gobierno apostó por «la
polarización de la sociedad, aun en pandemia», lo
cual resaltó una y otra vez en el entendido.
La oposición presentó propuestas, «ideas,
colaboración y diálogo», mientras que «el Gobierno
construyó un relato negando los logros de los
gobiernos del Frente Amplio», señala el balance.
Pero además indican que el gobierno no solo no
escucha al FA, sino que «es conducido por un sector
de un partido político que, convencido en su
vanidad, no escucha ni contempla las propuestas de
la oposición ni, aún, de sus aliados coyunturales.
Eso define la soberbia de un gobierno».
«El Gobierno pagó carísimo el precio de la
gobernabilidad de coalición. El ejemplo más claro es
el entorpecimiento de la Justicia, con la negativa
al desafuero de Manini Ríos», indica.
«Es hora de hacerse cargo»
Respecto a la pandemia: la salud, crisis y respuesta
de política económica y social, el Frente señala que
no todo lo que sucedió «es culpa» de la llegada del
coronavirus al país, y en esa línea reclama que «es
hora de hacerse cargo de las decisiones políticas
tomadas y que han repercutido en la sociedad».
«La crisis ha sido mal evaluada del gobierno, sus
proyecciones son insuficientes. Las políticas
llevadas a cabo conducen a la caída de jubilaciones,
así como a la perdida de puestos de trabajo. Se
destruyeron 60.000 puestos de trabajo. Se cerraron
10.000 micro y medianas empresas. La pobreza aumentó
en 100.000 personas. No son números, son personas,
historias de familias», indicó el presidente del FA,
Javier Miranda. Ante esto, cuestionó: «¿Estaba bueno
cambiar? ¿En qué quedaron las promesas de baja de
impuestos, y aumento de tarifas? Se aumentó el IVA,
el IRPF, el impuesto de seguridad social, las
tarifas públicas -y más de una vez- por encima de la
inflación».
A diferencia de lo hecho en materia sanitaria, donde
el Gobierno mostró apertura al conocimiento
científico, «en la respuesta económica y social a la
crisis se encerró en su ortodoxia ideológica»,
manifiesta la fuerza política, para luego señalar
que «la única política fue y es el ajuste fiscal y
el recorte de políticas públicas y de participación
del Estado».
La ortodoxia neoliberal, a la que apunta el FA,
indican se puede notar en una concepción que propone
menos Estado como sinónimo de Estado eficiente, o en
el debilitamiento de las empresas públicas, a las
cuales se les recorta su accionar y su capacidad de
competir.
Además cuestionan la LUC y el Presupuesto, marcando
una «legislación regresiva», o la insuficiencia en
la respuesta a la crisis: «se ha caracterizado por
una apuesta excesiva al mercado y la insuficiencia
de políticas de protección social, de empleo,
reactivación y apoyo a pequeños empresarios. En el
mundo la tendencia ha sido a la expansión del gasto,
a una política fiscal expansiva, que se expresa en
que a nivel promedio mundial el déficit fiscal
aumentó 8 puntos -de 3,8 a 11,8% sobre PBI- y, en
los países similares a Uruguay, el aumento fue 5,5%.
En el FA se cuestiona cómo la crisis fue mal
evaluado y proyecciones inconsistentes: «se
subestimó la magnitud de la crisis y las
proyecciones son inconsistentes. El Gobierno,
durante toda la discusión presupuestal, proyectó una
caída del PBI para 2020 de 3,5%. Ahora reconoce que
esa caída estará en el entorno del 6%». «En el
Presupuesto se previó un crecimiento para 2021 de
4,3%; ahora el Gobierno lo estima en 3,5%
(manteniéndose, igualmente, por arriba de la mediana
de la encuesta de expectativas del BCU, que se ubica
en 3%)», remarcan en su balance.
«Incumplimiento de promesas de campaña»
El Frente señala que durante la pasada campaña
electoral, tanto el sector preponderante en la
actual coalición de gobierno, como sus socios,
prometieron a la población, para captar su voto, no
aumentar las tarifas públicas, no aumentar los
impuestos, realizar un fuerte impacto en materia de
vivienda, así como llevar adelante un ambicioso
programa de unidades modelo para la enseñanza
secundaria. Pero, pasando raya, la fuerza política
indica que «la realidad del primer año de este
Gobierno de coalición, rápidamente, se ha encargado
de desmentir con hechos estas promesas electorales.
«¿Qué fue de la promesa de la construcción de 50.000
viviendas?», se preguntó el presidente del FA. La
ministra «Moreira afirmó que eso fue dicho para
mostrar lo que habría que hacer», añadió. Además
cuestionó qué pasó con los 136 liceos modelos
publicados en la campaña», los cuales aún no
estarían en órbita.
«La única propuesta, aún en plena pandemia, parece
ser la del ajuste y el austericidio. No hay un solo
plan de crecimiento y desarrollo presentado», señala
la oposición. «Amplios sectores empresariales
empiezan a manifestar desconfianza ante la ausencia
de propuestas políticas consistentes en ese sentido,
para hacer frente a los desafíos de la
productividad, de la competitividad, del desarrollo
científico y tecnológico. Sin nuevas políticas, sólo
con recortes, ¿dónde está el cambio publicitado en
campaña? Las interrogantes se acumulan y hay
ausencia de respuestas consistentes», cuestiona.
En tanto, mostrando la preocupación por la inserción
internacional que comentan, «está a la deriva», se
marca una ausencia total de estrategia en la
materia: «Después del caricaturesco entierro de la
«Diplomacia 5.0″, apenas se ha insinuado una
improvisada diplomacia presidencial, que expresa un
preocupante alineamiento con las tendencias más
conservadoras y reaccionarias. Ejemplo de ello son
las coincidencias con Bolsonaro y con Trump, la
ruptura con la tradición diplomática uruguaya a la
hora de votar el nuevo Secretario General del BID.
La incertidumbre en esta materia se expresa también
en los recortes presupuestales y de competencia a
una agencia fundamental como ha sido Uruguay XXI».
A su vez se marca como la Cultura y Turismo «han
sido ignorados. Son estos dos sectores
particularmente golpeados por la pandemia. ¿Qué
políticas se han implementado para su sostenimiento?
Más allá de algunos anuncios aislados, la realidad
es que estos dos sectores han sido sustancialmente
ignorados por las políticas públicas».
Finalmente, y en la línea del trabajo que el FA
destaca haber realizado el pasado año, la fuerza
política volvió a presentar el plan de propuestas
para que el gobierno lleve adelante, con la
suspensión de desalojos, el ingreso para los hogares
más vulnerables, seguro de desempleo, apoyo a las
micro y pequeñas empresas, y adelanto de la
inversión pública y apoyo a la inversión privada en
infraestructura y vivienda.
«Ningún país festeja un ajuste fiscal en medio de
una situación crítica»
Uno de los senadores que dijo presente en la Huella
de Seregni, fue el líder de Fuerza Renovadora, Mario
Bergara, quien respecto a la rendición de cuentas
del gobierno, indicó que en el Frente Amplio
«tenemos una evaluación diferente de lo hecho». «El
presidente recorrió un montón de aspectos que están
marcados por la necesidad del combate a la pandemia.
No hace más que confirmar que los recursos que volcó
el estado uruguayo fueron insuficientes, en el marco
de un país en el que en el año se perdieron más de
60.000 puestos de trabajo, se cerraron más de 10.000
micro y pequeñas empresas y en el entorno de las
100.000 personas han caído nuevamente en la
pobreza», dijo.
A su vez cuestionó cómo el gobierno festejó el
cierre de las cuentas públicas, un déficit menor a
lo que preveía, un gasto dl fondo Covid que fue
menor, y eso «para nosotros no es festejo en medio
de una crisis económica y social motivada por la
pandemia», dijo. «Lo que ningún país hace, festejar
un ajuste fiscal en medio de una situación crítica.
Los países vuelcan recursos, y lo que se hizo en
Uruguay fue insuficiente, tanto es así que varios
socios de la coalición de gobierno han empezado a
reclamar medidas más contundentes, porque si hay
algo que no fueron las medidas fueron contundentes»,
señaló.
«Nadie pueda estar eufórico cuando tenemos cifras
alarmantes»
El senador del PCU, y recientemente elegido
vicepresidente de la Cámara, Óscar Andrade también
estuvo en la sede del Frente Amplio para presentar
el balance del año del gobierno. «Nosotros pensamos
que es clave cambiar el rumbo, quedó marcado en la
presentación: por ejemplo el gobierno celebra haber
cambiado el régimen de alquiler si garantía.
Entiende que es un aporte. Nosotros decimos que
antes de esta ley, un 28% de las personas alquilaba
sin garantía, y lo único que les cambió esta ley a
estas 200.000 personas es que le pueden alquilar una
finca ruinosa, los pueden desalojar en una semana,
amplia la informalidad concentrada en el más pobre».
«Pero pasa esto, mismo tema. Para el gobierno es un
avance, para nosotros es un terrible retroceso en el
acceso a la vivienda», indicó.
A su vez añadió: «Hay temas de interpretación
política donde tenemos una valoración distinta. No
aplaudimos cortar derechos laborales. Parece olvidar
el decreto que él mimos firma sobre el decreto del
derecho de huelga, que complementa la LUC dónde
prácticamente la prohíbe». «Lo otro, no creo que
nadie pueda estar eufórico cuando tenemos cifras
alarmantes de desempleo, cuando tenemos una
circunstancia acalambraste desde el punto de vista
social, y donde se sostienen cifras durísimas como
140.000 cayendo en la pobreza. Entonces no parece
ser el momento de la euforia, sino de la
preocupación», comentó.
«Las medidas anunciadas son insuficientes y llegan
muy tarde»
El senador del MPP, Charles Carrera dijo por su
parte que el gobierno «continúa sin dar una
respuesta contundente para los miles de uruguayos
que están atravesando enormes dificultades frente a
la crisis que vivimos (100.000 nuevos pobres; 60.000
empleos perdidos; más de 10.000 micro empresas
cerradas), y 6% caída del PIB». «Siempre vamos a
acompañar medidas que signifiquen apoyo a la gente.
Las medidas anunciadas son insuficientes y llegan
muy tarde», reflexionó.
En particular, «el apoyo a pequeñas empresas y las
transferencias para las ollas populares fueron
propuestas por el FA tiempo atrás haciendo oídos
sordos a las mismas. Se necesitan políticas públicas
permanentes para atender la situación de la
pobreza», dijo, para luego agregar: «sería relevante
conocer en detalle las obras que se encuentran
dentro de los 1.200 millones de dólares y qué
impacto tendrán en la generación de empleo. En estos
días estaremos citando al Ministro de Transporte
para que explique al respecto. Según lo anunciado se
visualizan muchas inversiones privadas que serán
bienvenidas, pero la inversión pública también será
imprescindible para la recuperación económica»,
sentenció.
La República |