Arrancó caliente la primera sesión en la Cámara de
Diputados donde, como se estimaba, hubo una gran
cantidad de cuestiones de privilegio antes de pasar
al tratamiento del temario de la reunión. Y fueron
varios los legisladores que se refirieron a la
situación en Formosa, envuelta en polémica por las
condiciones de trato en los centros de aislamiento,
lo que despertó fuertes cruces entre el Frente de
Todos y Juntos por el Cambio.
El primero en hablar del tema fue el macrista Waldo
Wolff, uno de los tres legisladores que
viajó desde Buenos Aires hacia la provincia, donde
aseguró que recibieron “intimidación política y
discriminación positiva de casta”. “Nos dijeron
antes de ir que no íbamos a poder entrar a Formosa.
Nos intimidaron desde el oficialismo. Nos dijeron
que sin una invitación oficial no íbamos a poder
entrar”, comenzó.
El porteño relató que pese a llevar un hisopado, al
llegar se sometieron a otro porque “parecería que en
Formosa hay una ley paralela”. “Nosotros para no
hacer un escandalo ni ir detenidos, que sería una
escandalo internacional, nos adherimos a hacer otro
hisopado”, agregó y reveló: “La provincia nos dijo
que teníamos el hotel pago, cosa que no aceptamos
porque no queremos prebendas de una provincia en la
que hay una pobreza sistemática y tampoco
correspondía”.
El legislador dijo que los centros de aislamiento
son “centros de reclusión en los que no hay personal
sanitario, nosotros lo constatamos, increíblemente
el secretario (Horacio) Pietragalla no lo pudo
constatar a esto”. Además, advirtió que “a los
clorindenses los echaron a Paraguay, hoy llevan 165
días recluidos. Clorinda hoy es un sitio medieval”.
“Queremos denunciar la vulneración a los derechos
humanos sistemática, el avasallamiento de las
libertades individuales y colectivas”,
enfatizó Wolff, que instó “a toda la clase política
argentina a que terminemos con esta vergüenza que
significa que Formosa reciba un trato distinto al
del resto de los argentinos”.
Inmediatamente le siguió en la palabra la formoseño Graciela
Parola del Frente de Todos, quien rechazó
“las acciones y los ataques” por parte de la
oposición “tan cargadas de odio, ofensivas,
discriminatorias y falaces, escudadas en su mayoría
tras los fueros”.
“No sólo agravian, sino que son una falta de respeto
y una ofensa a todo el pueblo formoseño”, consideró
la oficialista, que les pidió “comenzar por respetar
la voluntad popular y no arremeter contra Formosa
con ideas preformadas por lo que escuchan en los
medios de Buenos Aires, la letra que le dan sus
patrones, o una visita relámpago, armada,
direccionada y con un claro fin electoralista”.
La legisladora opinó entonces que la visita de los
diputados de Juntos por el Cambio “fue un fracaso” y
defendió que “Formosa tiene un modelo peronista,
profundamente humanista, profundamente cristiano,
que ha sido contundentemente ratificado” y “mal que
les pese a algunos esta conducido por Gildo Insfrán”.
“No estamos dispuestos a tolerar ningún tipo de
atropello fundado en mentira e intereses que
responden a la derecha oligarca y odiadora de la
Argentina”, resaltó Parola, que los acusó
de ir “a buscar violencia, odio, resentimiento y se
encontraron con este modelo, que tanto criticaron
por años, y que es un modelo que funciona”. “Los
paladines del contagio que quieren escuchar que
colapsan los sistemas de salud, que quieren escuchar
que la gente se muere, no lo van a conseguir”,
completó.
Luego fue el turno de la diputada de la Coalición
Cívica Mónica
Frade, que también viajó a la provincia
días atrás. “No voy a hablar como odiadora, me
hubiera gustado que la diputada preopinante hubiera
hablado acá y no es la casa porque pareciera que
goza de muy buena salud, pero no importa”, arrancó.
“En realidad no queríamos ir solos, justamente
porque no era una aventura electoralista ni una
expedición odiadora”, expresó, al recordar la nota
que fue enviada antes del viaje a la Comisión de
Derechos Humanos presidida por el oficialismo.
La opositora afirmó que “Gildo Insfrán tiene un
sistema por el cual de modo sistemático ha sometido
al empobrecimiento de todos los formoseños”. “De
Formosa me vine con dolor en el alma y en el cuerpo.
Y le voy a hablar acá a los diputados jóvenes, no a
los viejos que ya están corruptos, ya no les importa
nada, son insensibles”, disparó.
Entonces manifestó: “Dentro del oficialismo estoy
segura que hay muchos jóvenes que hubieran querido
venir con nosotros y que están pensando y quieren
sentir el dolor que nosotros sentimos en Formosa”. A
esos legisladores les recomendó “que no se dejen
llevar por una dirigencia que los está llevando para
cualquier lado”.
Antes de culminar, Frade
llamó a Insfrán “un dictador que viola y suprime los
derechos humanos” y al secretario de Derechos
Humanos, Horacio Pietragalla, “un infame encubridor
que tiene que renunciar ya”.
Más tarde, y aunque no estaba anotado en la lista de
oradores, el oficialista Leopoldo
Moreau salió a responderle a Frade por
hacer “una acusación de carácter genérico muy grave,
formulada contra colegas de todos los bloques,
porque no especificó a quién se refería”. Para el
legislador, “demuestra una enorme irresponsabilidad”
y “el bloque oficialista debería corregir estas
conductas, porque es evidente que así no se puede
sostener ningún nivel de convivencia”.
Moreau criticó que la diputada de la CC-ARI porque
“ni siquiera tuvo la valentía de especificar a quién
se refería” y fue un acto de “antipolítica, de
desmedro de la política de dejar a todo el cuerpo
sospechado”. “Acá
hay diputados que parecen los locos del Capitolio”,
lanzó, en referencia a los seguidores de Donald
Trump, y cerró: “Otra vez este año el pueblo
argentino les va a dar vuelta la cara”.
A su turno, el radical Sebastián
Salvador, el tercero de los diputados que
viajó desde Buenos Aires a Formosa, reclamó que “los
miembros del Congreso tienen que estar desiertos
para dar una respuesta” porque “no podemos mirar
para otro lado”, y cuestionó el rol de la Comisión
de Derechos Humanos, de la cual es vicepresidente.
El bonaerense aseveró que en la provincia norteña
hay “un Estado policial”, sin embargo celebró que
“hay gente que se animó a hablar; los formoseños
están perdiendo el miedo”. “El
voto popular no convalida a que cometan delitos como
están ocurriendo en Formosa, de violación de los
derechos humanos”, sostuvo y añadió que “no
podemos convalidar que el Gobierno nacional haga una
puesta en escena con Pietragalla”, funcionario que
fue “a defender un compañero de militancia” y “no
está a la altura de las circunstancias”, apuntó.
Seguidamente habló el oficialista Hugo
Yasky, quien recordó que “dictador le
llamaba también esta derecha a Juan Domingo Perón;
dictador le llamó también esta derecha a muchos
líderes populares de América Latina que fueron
perseguidos por la CIA y las embajadas yanquees,
donde conviven muchas veces muchos de los que acá
vienen a hacer denuncias”.
“Cuando enviaron la carta a la comisión (de Derechos
Humanos, la cual preside) estaban ya en plena
campaña con por lo menos 14 tapas del diario Clarín
y 12 tapas del diario La Nación”, acusó el diputado,
que fustigó a la oposición: “Hablan con una soberbia
como si realmente representasen los intereses del
pueblo argentino. ¡Representan los intereses de una
casta dominante! Responsable del lawfare,
responsable de ataques coordinados con la CIA para
hacer creer que Cristina Kirchner y Evo Morales son
simplemente delincuentes comunes”.
En su discurso, Yasky enfatizó: “Reivindico
a Horacio Pietragalla, reivindico al pueblo de
Formosa, reivindico a su gobierno, reivindico al
menor número de víctimas de la pandemia, y
reivindico a la comisión que lleva cinco veces más
de reuniones que las que tuvimos en el último año
del macrismo”.
Por su parte, el formoseño radical Mario
Arce habló de un “sin número de violaciones
a los derechos humanos de la que son víctimas los
formoseños”. “No son simples quejas, son denuncias
puntuales ante organismos internacionales y la
justicia federal”, subrayó.
“La pandemia ha demostrado la peor cara de estos
gobiernos que se perpetúan en el poder, mostrando
arbitrariedad, impunidad y, lo que es más grave, la
complicidad del Gobierno nacional. Por eso
pedimos justicia hasta el final para todas las
víctimas y sus familias, y condena para el Estado
que coarta derechos y sus cómplices”, expresó.
Finalmente, con un cuadro de Insfrán por encima de
su cabeza, se lo escuchó conectado remotamente al
diputado Ramiro
Fernández Patri, quien planteó la cuestión
de privilegio específicamente contra Waldo Wolff.
“¿Por qué tanto ensañamiento contra Formosa?”, se
preguntó y respondió que la provincia “no tiene
deuda pública, hace 17 años tiene superávit fiscal”.
El oficialista señaló que detrás de quienes “atacan
al gobernador Gildo Insfrán” hay “un hilo conductor
en cada uno de los que le pegan y de donde vienen
los golpes, se entiende que los golpes sistemáticos
vienen por la derecha”.
“Este menosprecio permanente que tienen contra la
provincia de Formosa es porque ha tenido una
política exitosa contra la pandemia, tenemos la
menor tasa de incidencia, 146 por cada 100 mil
habitantes”, aseguró y precisó que hay
“solo 15 víctimas fatales” mientras que “durante
todo 2020 un solo fallecido hubo en Formosa”.
También recordó que de los más de ocho mil varados,
que la Corte Suprema autorizó a que ingresen a la
provincia, “más de la mitad de esas 8.500 personas
no tenían domicilio en nuestra provincia y solo
3.000 decidieron entrar”, por lo cual consideró que
se trata de “una campaña política junto con los
medios y un sector de la justicia”.
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