Las personas que llegan desde destinos que integran la
“lista roja” del COVID-19, como Sudáfrica o Brasil,
también deberán aislarse diez días en hoteles dispuestos
por el Gobierno británico
Las autoridades del Reino Unido analizan nuevas medidas
sanitarias ante la creciente preocupación por el fuerte
impacto de la nueva variante del coronavirus originada
en el país. En un intento de frenar la propagación del
virus, todos
los viajeros que ingresen al país, procedentes del
exterior, estarán obligados a someterse a dos pruebas de
covid-19.
La medida, que en principio será anunciada este martes,
establece que todas
las personas deben dar negativo en la prueba realizada
antes de su salida -requisito que ya es obligatorio-, y
luego, una vez en suelo británico, deben someterse a
otros dos tests los días 2 y 8 de aislamiento, de
acuerdo a lo indicado por Financial
Times.
Los propios viajeros serán
responsables del pago de las pruebas.
Estos cambios representan un fuerte endurecimiento
respecto a los protocolos actuales. Por recomendación
sanitaria, hasta el día de hoy la
mayoría de las personas que llegan al país se deben
aislar diez días en un domicilio particular, sin la
necesidad de someterse a ningún test.
Con el régimen actual, sólo los que llegan de países de
riesgo, como Sudáfrica o Brasil, deberán
alojarse durante diez días en hoteles designados por el
Gobierno, que se encuentran bajo una estrecha
vigilancia. Esta medida comenzará a aplicarse a partir
del próximo 15 de febrero.
Según el plan diseñado por Downing Street, los
residentes británicos que regresen de más de 30 países
“de alto riesgo” serán trasladados en autobús a un
alojamiento, donde deberán permanecer aislados durante
diez días.
Sin embargo, mientras las autoridades trabajan para
llegar a un acuerdo con el sector hotelero, hasta el
momento no hay ningún alojamiento confirmado. Pese a
esto, se espera un anuncio para este martes o miércoles
Según el sector y funcionarios del Gobierno, las
autoridades están cerca de firmar con un grupo de
hoteles situados a las afueras del aeropuerto de
Heathrow, en Londres. Asimismo, son optimistas
respecto a la posibilidad de llegar a más acuerdos con
alojamientos situados a
menos de tres kilómetros de los aeropuertos de
Manchester, Gatwick, Birmingham y London City.
El principal foco de tensión radica en
la negativa del Gobierno a ofrecer al sector hotelero
garantías de ingreso. Los hoteleros dijeron que las
autoridades ofrecen pagar sólo por las habitaciones
utilizadas para poner en cuarentena a los pasajeros.
Esto, pese a exigir que las instalaciones sólo estén
disponibles para esos huéspedes, supone una pérdida de
ingresos, ya
que los establecimientos se enfrentan a tener un gran
número de habitaciones vacías porque el Gobierno planea
contratar más hoteles de los necesarios.
Por su parte, un ejecutivo del sector también criticó el
poco tiempo que ofrece el Ejecutivo para poner en marcha
el nuevo sistema. “No da a los hoteles mucho tiempo, si
el anuncio es el miércoles, para hacerlo de forma que no
se moleste a los huéspedes [existentes] que necesitarán
nuevo alojamiento”.
“Los jefes de los hoteles no están dispuestos a hacerlo.
Si lo aceptan, será sólo para tratar de comprar algo de
buena voluntad con los ministros”, dijo otra persona del
sector al Financial
Times.
A los que hagan la cuarentena se les servirán tres
comidas diarias en su habitación, mientras que aquellos
que quieran fumar fuera o tomar aire deberán estar
escoltados por el personal de seguridad.
Se
estima que el coste por cada noche de hotel será de unas
80 libras (110 dólares). Los detalles sobre la
manera en que los pasajeros deberán reservar su
habitación será dada a conocer por el Gobierno en las
próximas horas.
Hasta el momento, el gobierno se resistió a aplicar la
nueva cuarentena hotelera a todos los pasajeros que
llegan al Reino Unido, por
lo que introdujo un programa más específico para los que
regresan de los más de 30 países incluidos en la “lista
roja”. Sin embargo, esa lista se actualiza cada
jueves y podría ampliarse en las próximas semanas
La lista está formada por 33 países, entre ellos Sudáfrica,
Portugal, Emiratos Árabes Unidos y naciones de América
del Sur, donde hay prevalencia de las nuevas cepas
de coronavirus que, según confirmaron los científicos,
son más contagiosas que la original. Los viajeros
extranjeros procedentes de esos territorios no pueden
entrar en el Reino Unido, por lo que no están afectados
por esta medida sobre la cuarentena en los hoteles.
Otro foco de preocupación está en los turistas
británicos que, para evitar realizar la cuarentena en su
país, regresan
de sus vacaciones a través de los aeropuertos de Irlanda,
motivo por el cual Dublín está analizando un posible
endurecimiento de sus normas de viaje.
A diferencia de los viajeros que llegan de otras partes
del mundo, el Reino Unido no exige a las personas que
llegan de Irlanda que pasen la cuarentena debido a la
zona común de viaje entre ambos países. Mientras que las
personas que vuelan a Irlanda desde el exterior deben
presentar un test de coronavirus negativo, esa norma no
se aplica a las personas que hacen transbordo a otros
vuelos internacionales tras llegar a los aeropuertos
irlandeses.
Simon Coveney, ministro de Asuntos Exteriores de
Irlanda, reconoció que el Gobierno actuará si constata
que, a raíz de esa situación, surge “un problema grave”.
El Reino Unido avanza en su plan de inmunización y ya ha
suministrado la primera de las dos dosis de las vacunas
de Pfizer y AstraZeneca a más de 10 millones de
personas.
El Gobierno británico comunicó este lunes 14.104 nuevos
contagios de covid-19, la cifra más baja desde
principios de diciembre, si bien el número de pacientes
hospitalizados es de 29.326, por encima de los picos que
se habían alcanzado en las anteriores oleadas de la
pandemia. |