En medio de un episodio inédito, que incluyó la toma
del Capitolio y terminó con heridos y muertos por
impactos de balas, Donald
Trump finalmente aceptó la decisión del Congreso que
ratificó la victoria de Joe Biden y prometió una
"transición ordenada".
"A pesar de que estoy totalmente en desacuerdo con
el resultado de las elecciones, y los hechos están
de mi lado, sin embargo, habrá
una transición ordenada el 20 de enero", dijo
Trump en un comunicado compartido desde la cuenta de
uno de sus principales asesores, Dan Scavino.
"Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha
para asegurar
que sólo se contaran los votos legales. ¡Aunque
esto representa el fin del mejor primer mandato en
la historia presidencial, solo es el comienzo de
nuestra lucha para hacer a Estados Unidos grande de
Nuevo!", añadió, citando su lema electoral.
La reacción de Trump llegó
a través de la cuenta de Scavino porque la cuenta de
Twitter del propio presidente saliente fue
suspendida temporalmente, debido a unos mensajes
en los que el mandatario justificó la toma del
Capitolio por parte de sus simpatizantes.
Trump no
llegó a reconocer del todo la derrota en su
comunicado, algo que prometió a sus seguidores que
"nunca" haría, pero sí admitió que su mandato llegó
a su fin, y que tendrá que abandonar la Casa Blanca
el próximo 20 de enero.
Su mensaje llegó minutos después de que el
Congreso de EE.UU. ratificara la victoria del
presidente electo, Joe Biden, en un gesto
normalmente ceremonial que derivó en uno de los días
más oscuros de la historia de Estados Unidos.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que
presidía la sesión, declaró en la sesión que la
ratificación del Congreso debía considerarse
"suficiente" para aceptar la elección de Biden
Pence puso así fin a una sesión que comenzó a
primera hora de la tarde del miércoles y quedó
interrumpida por el
extraordinario asalto al Capitolio de los seguidores
del presidente Donald Trump, que duró casi cuatro
horas y se saldó con cuatro muertos, 14 policías
heridos y al menos 52 detenidos.
Unas dos horas después de que las autoridades
consiguieran despejar el Capitolio y sus
inmediaciones, ambas cámaras del Congreso volvieron
a reunirse para seguir con el proceso de
ratificación del resultado de las elecciones, que ya
quedó confirmado en diciembre por el órgano
competente en Estados Unidos, el Colegio Electoral.
La nueva sesión
duró más de siete horas debido al debate en ambas
cámaras sobre dos objeciones al resultado de las
elecciones en Pensilvania y en Arizona, ambas
presentadas por los aliados de Trump.
Nunca hubo ninguna perspectiva de que las objeciones
presentadas en el Congreso prosperaran, puesto que
cada uno de ellos debe superar una votación en el
pleno y los demócratas, el partido de Biden, son
mayoría en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, Trump insistió en presionar a los
legisladores y a Pence para que interfirieran en la
sesión.
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