En diálogo con La
Mañana, el subsecretario
de Turismo de la Municipalidad de Herradura,
Reynaldo Saporiti, detalló que debido a la
situación sanitaria registrada en Ingeniero
Juárez, el Municipio local se adhirió a las
medidas dispuestas por el Consejo
de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 para
evitar la propagación del virus. Por este motivo,
rige la prohibición del traslado de personas entre
localidades, lo cual impide que los turistas puedan
visitar la localidad, desde la medianoche del sábado
último hasta el sábado 16
de enero inclusive.
En este sentido, el funcionario señaló que sólo
pueden ingresar quienes tienen permiso por
cuestiones de salud o por desempeñar una actividad
esencial, como se había establecido en el inicio de
la cuarentena.
A partir del mediodía del sábado último, todos
aquellos turistas alojados en campings, cabañas y
casaquintas de Herradura se
organizaron para emprender el regreso a sus
respectivas localidades, y pudieron volver a sus
hogares en el transcurso de la jornada.
“No hubo ‘toque de queda’. Se les invitó
paulatinamente a todas las personas a salir de sus
lugares, porque a la medianoche se cerraba todo.
Salieron todos, con tranquilidad, y en dos horas no
quedó nadie. Si bien hubo una desesperación por
salir, pudieron regresar sin inconvenientes. Hubo
personas que en media hora lograron estar en Formosa capital”,
acotó.
“Es anormal no tener gente en Herradura.
No hay pescadores, ni turistas, ni ventas. Las
cabañas están vacías, al igual que los campings.
Nosotros acatamos lo que nos indica el Consejo. No
se permite el ingreso de personas hasta el 16,
salvo que exista alguna contraindicación”, agregó.
A su vez, Saporiti mencionó que a aquellos turistas
que tenían reservas para ayer y para alguna otra
fecha anterior al domingo
17, los dueños de las cabañas les ofrecen
la opción de reprogramar sus visitas o la
alternativa de reintegrar el dinero.
Por su parte, el subsecretario recomendó a cada
turista reprogramar su fecha de visita a la
localidad, porque la devolución del dinero implica
la pérdida de la reserva en lo que resta del verano.
“El turista puede acordar con el dueño de la cabaña
el momento en el cual puede tomar su reserva. Si el
turista pide la devolución del dinero, la situación
se normaliza y decide volver, no lo va a poder
hacer, porque los lugares van a estar ocupados.
Tenemos reservas para todo enero y febrero. En
cambio, si el cliente reprograma, va a mantener su
lugar. Pero las reservas desde el 17 en adelante,
hasta el momento, siguen en pie”, explicó Saporiti a
este diario.
“Nuestro destino se vio perjudicado por las últimas
inundaciones. Después apareció el COVID-19; y el 70% de
las personas de nuestra localidad viven del turismo:
cabañeros, empleados y cortadores de pasto, entre
otros. Es una pena. Veníamos muy bien. Ahora, todo
dependerá de la situación sanitaria”, manifestó Reynaldo
Saporiti
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