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18-NOVIEMBRE- 2024 |
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Lula explora una alianza con Peña y Orsi para aislar a Milei
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El líder brasileño también quiere
acercarse a otros presidentes de centroderecha y tomar distancia del
eje bolivariano para enfrentar a la ultraderecha.
Lula está calibrando su marco de alianzas en la región. La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y el liderazgo de Javier Milei en Argentina obligaron al presidente de Brasil a enfocarse en no perder terreno en la región. Si bien es cierto que la foto del G20 con Gabriel Boric, Claudia Sheinbaum y Gustavo Petro intentó mostrar que hay un eje progresista con vida en medio de la ofensiva de la ultraderecha, Lula cree que no alcanza para enfrentar a los extremos que representa Milei. "Hay que aislarlo como en el G20", dice con entusiasmo una fuente cercana a Lula que confirma que el la idea de un tándem Milei-Trump puede ser problemático en términos políticos para Lula. Por eso, lo que explica el líder brasileño es audaz pero no por eso menos traumático para parte de su armado político que ya mira con recelo las alianzas de centro que prepara para 2026, como reveló en exclusivo LPO. Se trata de un acercamiento mayor con los presidentes de centro derecha de al región que no forman parte de un esquema común con el progresismo pero que respeta la jefatura de Lula por el volumen y la importancia de Brasil. "No se trata de descuidar sus vínculos con el progresismo, que son naturales sino evitar que Milei construya una alianza con referentes de derecha", detalla. Los líderes que figuran en esta estrategia de acercamiento son Daniel Noboa de Ecuador, Dina Boluarte de Perú y especialmente Santiago Peña de Paraguay. Este último, como anticipó LPO, le reprochó a Milei no haber ido a la cumbre del Mercosur en Asunción y lo acusó de maltratar a Lula en el G20. El primer objetivo del brasileño es asegurase la hegemonía dentro del Mercosur en donde la victoria de Yamandú Orsi le significa una buena noticia a Lula porque se trata de un presidente que estará alineado con el líder del Partido de los Trabajadores en el bloque. Allí, Lula puede aislar al libertario con Uruguay, Paraguay y Bolivia. Luego, el segundo paso es mostrarse más cercano a países como Ecuador y Perú y reflotar algo parecido a la Unasur, vital para la estrategia de hegemonía sudamericana de Brasil. Otra parte importante de la estrategia de liderazgo de Lula es tomar distancia de los conflictos que lo desgastan. Eso implica alejarse del chavismo venezolano y toda posibilidad de crisis que se resuelva bajo su mediación. Como adelantó este medio, el brasileño está furioso con Maduro por no haber presentado las actas electorales y aunque no haga nada para romper los puentes, abandona la mediación para evitar un costo político interno. "Ellos (el gobierno venezolano) sabe que no haremos nada que agudice la crisis. Ahora la prioridades es evitar que Milei aglutine a la derecha democrática o mas o menos racional del continente", concluye la fuente.
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