La inconsistencia en la redacción del artículo 1
despertó la polémica y derivó a votar a favor una moción
planteada por el jefe del bloque UP para que el proyecto
regrese a comisión para su redacción en particular.
Rara vez ocurre en el Congreso que un proyecto de ley es
aprobado en una de las cámaras, pero vuelve a comisión
para modificar la redacción del articulado a fin de
votarse en particular en otra sesión sin que ello
signifique que el texto vuelva a foja cero. Eso ocurrió
este jueves durante la sesión del Senado con el proyecto
de aumento de penas por compra y venta de niños que fue
aprobado en general por unanimidad, pero uno de sus
artículos despertó la polémica que derivó su vuelta a
comisión.
El artículo en cuestión fue el primero que sustituye el
139 bis del Código Penal de la Nación, por el siguiente
texto: “Artículo 139 bis: Se impondrá prisión de 4 a 10
años al que reciba y a quien entregue a un menor de edad
mediando precio, promesa de retribución o cualquier otro
tipo de contraprestación, si no resultare un delito más
severamente penado.
Quedarán exentos de pena el progenitor que, entregare a
su hijo/a en las condiciones dispuestas en el artículo
139 bis, cuando mediare situación de vulnerabilidad,
ignorancia o facultades mentales alteradas, exceptuando
aquellos casos donde se denoten antecedentes
relacionados a los artículos comprendidos en este
Capítulo.”
El primero en hablar fue el salteño Juan
Carlos Romero que, si bien reconoció la
importancia de agravar las penas para estos delitos
porque “era una deuda que teníamos”, pero preguntó si se
tuvo el desfase entre el tipo de pena que se busca
establecer con otros delitos y también planteó: “No
encuentro razón para encontrar no punible justamente a
los progenitores donde comienza la cadena del delito, en
la familia”.
“No conozco casos de no punibilidad por las razones que
se esgrimen acá y menos a donde comienza la cadena del
delito que es en la familia. Resulta que se los libera
de pena a los padres, pero el que lo recibió le ponemos
la pena total. Esto no tiene coherencia. Estigmatizamos
a la gente pobre y vulnerable, pero la liberamos de la
culpa”, cuestionó el senador de Cambio Federal y también
criticó: “En el mismo artículo hablar de facultades
mentales alteradas es necesario porque es inimputable en
el resto del código”.
En el mismo sentido, el oficialista Francisco
Paoltroni (Formosa) propuso la eliminación
completa de ese párrafo y alertó: “Como hecha la ley,
hecha la trampa después se declaran ignorantes o faltos
de facultades mentales, se declaran vulnerables. Creo
que dada la condición de este delito como flagelo hace
años en este país, propongo que se elimine directamente
el párrafo”.
Una de las autoras del proyecto, la radical Carolina
Losada explicó que “cuando me puse en contacto
con las asociaciones y Defensoría del Menor me dijeron
que muchas veces que el hecho de sacar a la posibilidad
de ir preso a los progenitores hace que se puedan
encontrar quiénes son. Tiene que ver con exculparlos en
una vez, ahora si esa persona forma parte de una red de
tratas que tiene hijos para venderlos no queda
exculpado”.
Por su parte, el senador santacruceño José
María Carambia planteó: “Como está redactado en
el caso actual si hay un padre que venda al hijo
independientemente para qué por una vez vamos a decirle
‘podes vender un hijo, está bien’. Creo que si la
intención es buscar un paliativo o atenuante se tendría
que redactar de otra forma. Así como está redactado
autoriza la venta de un hijo y es una locura, es una
aberración jurídica. Si queda redactado así lo vamos a
votar en contra”, y coincidió con Paoltroni de eliminar
el párrafo, a lo que también adhirió Romero.
En la misma línea coincidió el mendocino Rodolfo
Suárez (UCR) porque “no hay necesidad para
justificar la venta de un niño. Va a ser muy difícil
explicar este párrafo en términos jurídicos cuando el
estado de necesidad es una causa de justificación, pero
no de exoneración. Voy a apoyar el pedido de Paoltroni”.
Al retomar la palabra, Losada accedió a quitar el
párrafo del dictamen y “esa situación se analice en otra
ley”.
Por el contrario, otro de los autores de proyecto Antonio
Rodas (UP) propuso la modificación de la
redacción: “Se impondrá prisión de 5 a 15 años al que
reciba y a quien entregue a un menor de edad mediando
precio, promesa de retribución o cualquier otro tipo de
contraprestación, si no resultare un delito más
severamente penado. También será reprimido con la misma
pena si no resultare un delito más severamente penado él
o la que entregare a una persona menor de edad con fines
adoptivos sin haber cumplido con el proceso legal
vigente cuando haya mediado o no precio, promesa
remunerativa o cualquier prestación.
Quedarán exentos de pena el progenitor que, entregare a
su hijo/a en las condiciones dispuestas en el artículo
139 bis, cuando mediare situación de vulnerabilidad,
ignorancia o facultades mentales alteradas, exceptuando
aquellos casos donde se denoten antecedentes
relacionados a los artículos comprendidos en este
Capítulo.”
A continuación, Mayans propuso al Cuerpo: “Teniendo en
cuenta que esto salió por unanimidad y teniendo en
cuenta lo que dijo el senador Juez, que estamos
modificando el Código Penal, ¿por qué no ajustamos en la
comisión bien el detalle de la proporcionalidad de la
pena que hacen a la cuestión del Código Penal? Es
central esto. Le encomendamos a la comisión el detalle
de todo porque ya está aprobado en general y el Cuerpo
expresó la voluntad de agravamiento de penas, pero hay
que tener cuidado con esto porque palabras más o menos
significa que van o no personas a la cárcel. Sería bueno
que la comisión se encargue, entregue despacho porque
esto lo vamos a sacar por unanimidad con el detalle que
pide el derecho penal porque esto va para siempre”.
“Es una moción para que la comisión redacte el texto
final con la gente experta en derecho penal y tener una
redacción acorde a lo que presenta el tema”, aclaró el
formoseño.
La rionegrina Mónica
Silva (JSRN) no se mostró a favor en que
“queden exentos de pena los progenitores por alguna
causa como ignorancia. Quienes tienen facultades
alteradas es un caso, pero no podemos alegar que alguien
ignora que es un delito entregar un hijo”.
Por su lado, el radical Martín
Lousteau pidió que se leyera el artículo 79 que
establece: “Cada Cámara, luego de aprobar un proyecto de
ley en general, puede delegar en sus comisiones la
aprobación en particular del proyecto, con el voto de la
mayoría absoluta del total de sus miembros. La Cámara
podrá, con igual número de votos, dejar sin efecto la
delegación y retomar el trámite ordinario. La aprobación
en comisión requerirá el voto de la mayoría absoluta del
total de sus miembros. Una vez aprobado el proyecto en
comisión, se seguirá el trámite ordinario”.
Mayans ratificó su postura argumentando que “necesitamos
una redacción prudente y sabia sobre el tema porque cada
palabra cuenta. Muchos ya no están de acuerdo. Hagamos
una reacción que trabajen en comisión porque se va a
votar en una sola votación”.
En contraposición, Losada le salió al cruce: “Si era tan
importante la redacción y todo ¿por qué no vinieron a la
comisión? Ahora quieren volver todo atrás, quieren
cambiar las cosas. Esto estuvo charlado en comisión hace
siete días, hace 2 años se discutió el proyecto. Les
recuerdo que el tema de los progenitores fue sacado del
proyecto que ustedes firmaron en su momento cuando
Alberto Fernández lo mandó”.
Y siguió: “Hace siete días hubo una comisión, no
aparecieron, ¿tenían otra cosa mejor que hacer que poder
ponerse a legislar como un tema como este? ¿o tienen
alago que hacer ahora, están apurados por el partido?
¿cuál es el problema? Si ustedes están muy apurados
fíjense”.
Paoltroni tomó la palabra para solicitar la votación de
la eliminación del párrafo y desestimar la propuesta de
Mayans.
Pidió la palabra la macrista Guadalupe
Tagliaferri (Pro) quien manifestó: “Todos
estamos de acuerdo con el proyecto, claramente entre el
dictamen que firmamos y hoy hubo consideraciones que el
senador Pagotto informó que fueron sugeridas por
penalistas, Ministerio de Justicia que pidieron que se
cambien para que fuera efectivo. Hay modificaciones que
requieren seriedad y estamos recibiendo indicaciones de
mejorar ciertos artículos. El proyecto está aprobado, lo
que pedimos y creemos que es coherente poder terminar
con las modificaciones sugeridas la redacción seriamente
un proyecto que fue aprobado. Falta definir la redacción
prolija respecto de algún articulado”.
En esa línea, el entrerriano Alfredo
De Ángeli (Pro) adelantó que “esto va a salir
mal. No veo que acá salga la solución. Hay que reunirse
en comisión y terminarlo y en la próxima sesión se
aprueba por mayoría”.
El oficialista Pagotto aceptó la idea de que la comisión
redacte un artículo teniendo en cuenta todas las
sugerencias planteadas y “precisar el tipo penal por un
deber de certeza jurídica”.
Volvió a tomar la palabra Lousteau explicó que está
previsto “tanto en la Constitución como en nuestro
reglamento el caso en el que se de incertidumbre en el
caso de cuestiones técnicas específicas de un proyecto
para ver cómo se resuelve”. Así, procedió a leer el
artículo 140 sobre las mociones de orden y resaltó el
inciso 10 que dice: “Que el asunto se envíe a la
comisión o comisiones que lo hayan considerado para su
tratamiento en particular de conformidad el artículo 79
de la Constitución Nacional”.
“Cuando hay dudas técnicas, se envía aprobado el
proyecto a que los detalles se resuelvan en comisión y
hasta la Constitución dice cómo tiene que trabajar en
esos casos”, precisó el porteño.
Mayans aclaró que su moción “se aproxima al tema en el
único sentido que por lo que pasó con la redacción que
vuelva al Cuerpo y lo votamos en una sola votación en
particular todo el articulado por unanimidad una vez que
está establecido la anuencia de la comisión”.
|