Abraham Skierkier obtuvo
2.500 votos y los Concejales del Intendente salieron
tercero de tres competidores y ante esta derrota de
ambas fuerzas políticas la Presidencia del Concejo
Deliberante debía cambiar de manos y pasar a la fuerza
ganadora, en este caso el Frente de Todos.
Las conversaciones
entre Celauro y Skierkier trajeron un acuerdo donde el
primero le daba la presidencia al segundo, pero con
determinadas exigencias para celebrar un contrato de
convivencia.
[Redacción
de
www.lasegundaciudad.com
]
Las exigencias de
Celauro para con Skierkier, la más destacada, habría
sido la de no entrometerse con la administración de su
sobrino y apoyar todos los proyectos que el Ejecutivo
enviará al Concejo para su tratamiento, también la
preservación de las fuentes laborales de los
funcionarios políticos del Intendente en el cuerpo
legislativo local.
En contrapartida
Skierkier habría solicitado ampliación de empleados que
respondan a su partido radical y un buen manejo de los
gastos reservados para la presidencia, a pesar que deba
pedir autorización a su vicepresidente (Ariel Caniza)
para cualquier situación.
[Redacción
de
www.lasegundaciudad.com
]
Visto de esta manera y
visto lo sucedido, en las sesiones del Concejo
Deliberante, por parte de ambos (Caniza y Skierkier) es
evidente que quien lo maneja no es Abraham Skierkier
sino el sobrino del Intendente, triste papel de un
radical que cree que es la frutilla del postre, pero que
solamente es una herramienta que maneja el Intendente
Celauro. |