Militantes de izquierda que se
manifiestaron en contra del acuerdo con el FMI rompieron
las vidrios de las ventanas del despacho de Cristina
Kirchner en el Senado, después de arrojar piedras y
bombas de pintura durante varios minutos con total
libertad. Según testigos consultados por LPO pudo
tratarse de una zona liberada por la policía que debía
custodiar el Palacio del Congreso.
"Prendieron fuego los contenedores de
basura, rompieron piedras y tiraron directo a las
ventanas del despacho de Cristina Kirchner -hasta con
hondas- lo tenían planeado y nadie los detuvo", contó a
LPO un empleado del Senado que presenció el ataque
Sucedió durante una manifestación que se
llevó a cabo desde el mediodía en forma pacífica, con
militantes, en su mayoría muy jóvenes, de partidos de
izquierda como el Partido Obrero, Polo Obrero,
Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS), el Nuevo
MAS y Libres del Sur, entre otros
Ocuparon la plaza del Congreso, con
banderas y grúas, sobre las que cantaban canciones de
protesta contra el Fondo Monetario Internacional y
Alberto Fernández y Cristina Kirchner
Inicialmente se concentraron sobre
Rivadavia y Callao, pero ni bien comenzó la sesión en
Diputados, pasadas las 14.30, un grupo se fue sobre la
equina de Entre Ríos e Yrigoyen, donde está el despacho
de Cristina y comenzaron a atacarlo con piedrazos, ante
la notable ausencia de policía (ver video). Los
proyectiles impactaron sobre los vidrios de las
ventanas, que por la tarde quedaron abiertos.
También rompieron los vidrios del
despacho del jefe del bloque peronista, José Mayans. Los
empleados tuvieron que ser evacuados porque llegaron a
impactar piedras con fuego que podían incendiar las
cortinas de la oficina
A los diputados del oficialismo les
sorprendieron los incidentes, sobre todo porque ninguno
de los representantes de izquierda se hizo eco del
enfrentamiento en el recinto. Solo Romina del Pla
reconoció la movilización pero no aludió a los
incidentes.
Algunos testigos vieron entre los
agresores banderas del movimiento Teresa Rodríguez, no
presente en la manifestación. El dato contribuía a las
hipótesis de que pudo tratarse de infiltrados que la
policía no pudo o no quiso detener
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